La metodología “Hazop”

(HAZard and OPerability analysis), denominada “Análisis Funcional de Operabilidad” (AFO) en español, es una de las técnicas más versátiles que existen para la identificación de peligros en la industria química, ya que permite la reflexión crítica de cualquier proceso ante posibles desviaciones del mismo por causas que se tratará de averiguar. Se trata de un método de tipo cualitativo, aunque complejo, desarrollado originalmente por la compañía ICI (Imperial Chemical Industries) del Reino Unido para aplicarlo al diseño de plantas de fabricación de pesticidas, y hoy extendido en la industria química.

La definición dada por ICI de su método hace referencia a “La aplicación de un examen crítico, formal y sistemático a un proceso o proyecto de ingeniería de una nueva instalación para evaluar el riesgo potencial de la operación o el funcionamiento incorrecto de los componentes individuales de los equipos y sus efectos sobre la instalación como conjunto”.